Postparto: fajas y pañales


En las listas para la pañalera para llevar al hospital el día del nacimiento del bebé, se incluyen pañales y fajeros para el recién nacido. Yo por la experiencia que tuve con mis dos bebés, recomendaría considerar un juego de estos productos pero para la recién parida.

Si bien los fajeros en bebes ya están contraindicados por los pediatras, como podemos apreciar en este artículo del Instituto Mexicano del Seguro Social  y en este otro del Instituto Salvadoreño del Seguro Social. Debido a los problemas de higiene que se puedan presentar, así como por su baja o nula eficacia en el tratamiento del ombligo del bebe. El uso para las madres sigue aún en debate ya que son muchos los argumentos a favor y en contra de los mismos.

Hablo primero de las fajas: yo desde que di a luz a mi primer bebé (vía cesárea) recibí la indicación por parte de la enfermera de fajarme con vendas el vientre, para que mis tripas y mis órganos se sostuvieran en su lugar. Todas las mujeres a mi alrededor, madre, suegra, tías, abuela, recibieron la instrucción como un deber, al punto de regañarme si en algún momento me encontraban sin faja, no falto la que argumento que me quedaría gorda si no me fajaba.

Sin embargo la faja tradicional con vendas o las que se muestran en la foto de arriba, me resultaban de lo más incómodo, ya que mi cesárea era horizontal en el área baja del vientre, y cuando me sentaba, se enrollaba y encajaba justo sobre la herida, lo que me causaba mucho dolor, constantemente me la subía, ajustaba, y movía, hasta que me di por vencida con ellas.

Pero la realidad es que cuando todo tu cuerpo parece una gelatina, algo de soporte te viene muy bien, así que empecé a usar fajas de calzón o de shorts, y cambiaron el juego completamente. No sé me encajaban ya que el resorte se encontraba en la cintura, y me apretaban justo donde necesitaba, sin forzar la herida. Mi familia no estaba del todo contenta con mi solución, pero estaba decidida a no agregarle más dolor innecesario a mi caótica recuperación.


Con mi segundo hijo, también cesárea, me prepare por adelantado con todas mis fajas que ya tenía, además de que compre algunas nuevas durante el embarazo, que por obvias razones, no había podido probar aún. Se llegó el día y mi sorpresa fue, que no soportaba estar fajada con ninguna de ellas, resulta que al hacerme la ligadura de trompas, mi cuerpo estaba aún más inflamado y sensible, y si me apretaba mucho, terminaba con dolor en mi vientre, además de un sangrado mas intenso. Por lo cual las dejé por la paz.

Con lo único que pude mantener sostenidas mis tripas  durante las primeras semanas fueron los boxers de licra de mi esposo. Si, esos de 3x100, esos unitalla, que venden en el mercado, y vienen en tantos colores, esos me salvaron la vida. Mantenían las cosas en su lugar, sin causar molestias, además que eran super fácil de lavar, y desmanchar, en caso de algún accidente (en mi caso más frecuentes de lo que me gustaría admitir). 

Conforme pasaron las semanas, y se redujo la inflamación, pude volver a mi ropa normal, entonces les deje de ver la utilidad a las fajas que tenía, asi que las uso solo para salir. Al final de cuentas las fajas son una cuestión estética y personal, no te harán ser mas delgada de por vida, por que eso depende de tu metabolismo, tu alimentación y el ejercicio que hagas. Aunque sí te da algo de seguridad para moverte y que te veas mas recuperada después del parto, así que si eso es lo tuyo, busca una que te acomode bien, no te cause molestias, te deje respirar, ¡y disfruta!

Ahora bien, los pañales. Se que muchas se horrorizarán de leer esto, al principio a mí me horrorizó, pero los pañales de adulto te cambian el postparto, y me atrevería a decir que también la lactancia. Imagina esto, estás alimentando a un bebé, que apenas estás conociendo, se acomodo de una manera y temes mover un solo musculo para no desacoplarlo, y en eso, el litro de agua que te tomaste se te quiere salir y tú suelo pélvico, que no está en su mejor forma, está a punto de dejarlo libre, que haces, ¿lo sueltas y corres al baño? ¿Llevas a tu bebé al baño contigo? ¿Tienes una cubeta en tu cuarto por qué las veces que corriste al baño fueron en vano ya que se te salió en el camino? Bueno todo eso me pasó muy seguido con el primer bebé.

¿Y Con el segundo? No señor, cuando me quitaron la sonda tras la cesárea, la enfermera me preguntó si traía pañales o si quería que me dieran ellos uno, pedí una toalla, pero no tenían más, así que la paciente a un costado mío, me regaló un pañal de los que ella tenía, estoy agradecida con la vida por ponerla en mi camino. En la madrugada, con todas las luces apagadas, con mi bebé dormido plácidamente (por fin) encima de mí, y mi cuidadora tomando una merecida siesta después de tanto trabajo, me dieron unas ganas desesperadas de ir al baño, sabía que no llegaría, que en el proceso de despertar a todos para bajarme de la camilla, se me saldría todo, así que con miedo, y de decisión, deje salir un poco, y al ver que no pasaba nada de lo que temía, me liberé, al día siguiente le pedí mi esposo que me comprara un paquete y todas las noches sin falta antes de dormir, le ponía su pañal de noche a mi niño (23 meses), cambiaba el pañal de mi recién nacido, y me ponía mi pañal y mi bata de amamantar. Aún así, yo intentaba ir al baño cuando me daban ganas y estaban dormidos todos, pero ya no me preocupaban los accidentes en caso de que no llegará, y en las madrugadas que mi bebé quería tomar teta, y su hermanito haciendo fila para tomar también (sino es que se me había prendido solo del otro lado) lo usaba, mis dolores abdominales se redujeron mucho de esta manera (yo creo que por no tratar de aguantarme tanto), y una o dos semanas después estuve lista para dejar el pañal.

Me daba mucha pena con mi mamá, que me ayudaba con el bebé y mis cosas, ella pensaba que era para evitar los sangrados, y al ver que los seguía usando, me preguntaba si seguía sangrando mucho, le respondía que no, pero que no quería arriesgarme a manchar la cama donde estaba mi bebe, y dónde también se subía mi hijo mayor, lo cual no era ncesariamente mentira.

Así que si estás armando tu pañalera para ir al hospital, o en postparto, considera comprar un paquete, al final si te incomodan, o no los quieres usar, los puedes donar al hospital o abrirlos por completo y ponerlos bajo las sábanas de la cunita cuando esté rozado el bebé y quieras dejarlo sin pañal por un rato (pro tip).

Posdata: al hacer un poco de investigación para este articulo, encontré que venden unos pañales en forma de pantis bien coquetones, no los he probado, pero me hubiese gustado saberlo antes. 

Si puedes déjame tus comentarios al respecto, este es un espacio seguro. ¿Te animarías a usar  un pañal? ¿Usaste faja en tu postparto?. Saludos.

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