Depresión postparto.
Pase mucho tiempo pensando de que tema hablaría en mi segunda entrada, ya que hay tantas cosas que me gustarían compartir. Sin embargo, una pregunta de una amiga el fin de semana me hizo decidirme.
¿Y a ti te dió eso de la depresión postparto?
En lo personal, los primeros días del nacimiento de mi bebe, me sentía con miedo de no hacer las cosas correctamente, dudaba de mi capacidad y de mi instinto maternal. Esto aunado a la cantidad de opiniones y consejos que te dan las mujeres mayores de la familia (que como es tradición en nuestro país, llegan a ayudar a los nuevos padres) me hicieron llegar a sentir abrumada y a veces incluso, perdida. Pero no por ello dejaba mis deberes de madre, estaba empeñada en amamantar a mi bebe, y que este estuviera en un ambiente seguro y tranquilo.
Desafortunadamente, debo confesar, con vergüenza, que durante estos días me tomaba muy a pecho todas las situaciones que se me salian de control, y me enojaba al punto de tratar mal y pelearme con las personas que consideraba "responsables" de alguna incomodidad por más leve que fuera.
Mi abuelita, quien me cocinaba todas las mañanas y se esmeraba en tener algo de comer para todos en casa, fue la principal receptora de mis malas vibras, supongo que por la diferencia de carácter y de formas de ver la vida. Ella admiraba las forma en que las mujeres de rancherias o pueblos tenían a sus hijos en su casa, con una partera, sin pena ni gloria; y consideraba exagerados e innecesarios mis chequeos y visitas al médico (llevaba mi embarazo tanto en hospital público como privado). Imagínense lo que pensaba respecto a mi cesárea, y como me hacía sentir eso.
De cualquier manera siento que el mayor afectado fue mi esposo, a quien le contaba todo, lo que me había hecho enojar mientras el estaba en el trabajo. A él le agradezco que siempre me intento consolar y hacerme sentir mejor, me hacía darme cuenta de lo afortunada que era en la vida: tenía a mi bebito conmigo, sano y creciendo; además que no nos faltaba comida, ni techo, ni amor.
El fin de semana tras contestar que sí sentí la "depresión", le pregunté a mi esposo si el me había visto con depreció, a lo que el contestó seriamente que no, y luego de forma bromista (espero) agrego que así era yo siempre. Eso me dio curiosidad, ya que me hizo reflexionar que la mayor parte de mis sentimientos no los expresaba, el único sentimiento que externaba era el enojo, en el cual ocultaba todos los demás pensamientos, que me atormentaban. Por lo tanto la única que se daba cuenta que algo más andaba mal, era yo.
Informándome al respecto, encontré que existen dos tipos o niveles de depreción postparto. La nostalgia postparto (la que a mi me sucedió) es la más común y completamente normal, se le atribuye a varios factores como las hormonas, los cambios repentinos de rutinas y el cansancio.
Esta se presenta las primeras semanas tras el parto y luego desaparece por si misma.
Esta se presenta las primeras semanas tras el parto y luego desaparece por si misma.
Si los malos pensamientos se prolongan por más de un mes, y te hacen sentirte incapaz de cuidar a tu bebé, esto puede tratarse de depreción postparto propiamente dicha, se trata de una enfermedad, que como tal requiere de atención por un especialista, no hay que dejarla pasar, ya que puede interferir en tus responsabilidades como madre, y puede incluso poner en riesgo la salud del recién nacido.
Externar tus pensamientos, tus dudas y temores con tu pareja alguna amiga, un foro e incluso en un diario puede ayudarte a canalizar tus sentimientos y enfocarte mejor en lo que más importa: tu bebé.
No dudes en dejar tus comentarios respecto a este tema. Gracias por leer hasta aquí, ¡nos estamos leyendo!
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