Ansiedad por abandono.


En esta ocasión voy a escribir sobre un tema que causa ansiedad tanto a padres como a hijos. Y es la ansiedad por abandono.

El Dr. Fans Plooij, autor del libro Las semanas maravillosas (the wonder weeks en inglés) indica que entre las semanas 29 a 30, ocurre un descubrimiento importante en los pequeños: su mamá puede irse y dejarlo. Los bebés al nacer y durante la primera parte de su vida, concideran a su mamá como una extensión de si mismos, y en mi caso esa situación llegó a hacerme sentir como una caja de leche andante.

Alrededor de los 4 meses mi hijo comenzó a quedarse con una tía por las tardes, mientras yo me dedicaba a terminar mis estudios. Y nos resultó bastante bien ya que en una semana se logró acostumbrar al cambio. Intentaba no abundar en despedidas, y casualmente desaparecer mientras jugaba, y de igual manera, cuando llegaba aparecía sin darle gran importancia al saludo.

Sin embargo, el siempre estubo a mi lado en las noches, ya que incluso cuando me invitaban a algún evento, me lo llevaba en la cangurera, y dormía como si estuviera en su cama. Y cuando lo dejaba en casa con alguien, siempre pasaba por el y terminabamos la noche juntos.

El hacer colecho y no acostumbrarlo a dormir solo, ni practicar ningún entrenamiento para dormir, me pasó factura la semana pasada que viaje sola por primera vez desde que nació mi hijo.
Mejor dicho me paso factura al regresar del viaje, ya que mi niño durmió bastante bien en mi ausencia, siguiendo su rutina diaria. 

Hasta que me volvió a ver, inmediatamente me exigió su mas preciado tesoro: su pecho. (si, suyo, dejó de ser mio en cuanto él nació).

Y así empezó una noche muy larga, mi bebe pedía pecho, y cuando se adormecida, buscaba entretenerse con algo para poder seguir despierto, y cuando se frustra a, volvía a buscarme. Cuando por fin cayó rendido, se aseguró de tenerme a su lado, y sin despegarse de mi lado, pasamos la noche, lo tenía que cambiar de lado cada cierto tiempo, y hacerlo rápido ya que inmediatamente notaba la ausencia y me buscaba en sollozos.

Cada siesta desde entonces es un dilema para el, entre el sueño y el miedo de que vuelva a desaparecer. Busco ganarme de nuevo su confianza estando a su lado cuando me necesita (tiene 9 meses y ya me busca diciendo "mamá"). Pero también me apoyo de mi familia para que lo cuiden y estén con el (por ejemplo dormirlo en la siesta de las tardes) para que no crearle un apego exclusivo a mi, lo cual resulta agotador para ambos (en especial para mamá).

Llevo solo 4 días, y aún le cuesta dormir, espero esto sea solo una etapa, y logremos resolverlo juntos. Un buen consejo que recibí: tenle paciencia, fue duro para el y no es su culpa, pronto volverá a ser el mismo, solo necesita un poco más de amor.

¿Alguien ha pasado por una situación similar? 


Déjenme saber que no estoy sola en los comentarios.

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